Jugar, más allá de la pandemia.
Por Indira
Nivín Colcas, doctora de niños.
“El juego nos mantiene vivos…Nos da un entusiasmo por la vida, que es
insustituible…”
En una nota previa
hablamos sobre el juego y su importancia en el desarrollo de los niños. La
llegada de la pandemia definitivamente cambió los estilos de vida del mundo y
en el caso particular de los niños trastocó su dinámica escolar, social y por
supuesto su manera de jugar.
Debido a la
pandemia se han tenido que implementar medidas de prevención y en ese sentido
resulta complicado para muchas familias gestionar el tiempo libre y de ocio de
los más pequeños pues se deben equilibrar las necesidades físicas, sociales y
emocionales de los niños con la necesaria protección de su salud.
Si bien, los niños
pequeños aún no han adquirido la madurez suficiente para poder entender algunos
aspectos de las enfermedades debemos encontrar las formas de mantenerlos al
tanto de la situación y la razón del porqué hoy deben jugar diferente. El
permitirles procesar el cambio contribuye a proteger su bienestar emocional
pues de lo contrario puede llevarlos a desarrollar ansiedad y miedo y “como
jugando” podemos usar herramientas para explicar lo que está sucediendo.
El juego incluso en este
contexto se convierte en un arma maravillosa para que nuestros niños continúen
siendo niños, con ese poder extraordinario que poseen de adaptación, aceptación
y su capacidad de siempre estar dispuestos
a jugar.

Por ello,
es importante dejarles tiempo libre para que jueguen, ya sea solos o acompañados.
Recordemos que cuando juegan solos, trabajan todos los procesos de función
ejecutiva: decidiendo a qué juegan, con qué juegan, cuáles son las normas
siendo un juego mucho más creativo. Los hermanos, padres o abuelos nos hemos
convertido en los compañeros de juego de nuestros niños y la coyuntura nos está
permitiendo un intercambio generacional aún mayor. Compartimos entonces juegos,
cuentos, historias, lectura fomentando también esta actividad tan beneficiosa que
permite aprovechar el tiempo en casa. Por ello es importante reservar un tiempo
para el juego libre en familia, podemos realizar juegos de mesa, de memoria, de
dibujo, adivinanzas entre otros y con ello también estamos contribuyendo
indirectamente a desarrollar aspectos como la atención, planificación,
estrategia y por supuesto la diversión y entretenimiento. Tomemos en cuenta que
al final lo que más les gusta y disfrutan
nuestros niños es el jugar con papá y mamá.
El
movimiento característico de los niños se ha visto limitado por los espacios
que muchas familias tienen en casa, sin embargo; siempre se pueden idear y
realizar actividades que permitan usar
la energía propia de los niños, moviendo su cuerpo; así podemos traer de vuelta
los juegos tradicionales y siempre divertidos como saltar a la cuerda, mundo,
las escondidas, “simón dice”, “charada” entre otras. Nuestra casa se convierte
en el “parque de juegos”, la imaginación de los niños así lo permite y nuestra
disposición como padres lo hace posible. La actividad física asociada al juego
contribuye además a su salud.
Un aspecto
que nos preocupa a muchos padres es la sobreexposición a las pantallas, que
como medida ha reemplazado actividades del colegio, talleres o simplemente
reuniones familiares y de amigos, empero
siempre es posible gestionar ese tiempo de exposición poniendo un límite
de uso decidiendo en familia con participación de los niños y adolescentes
sobre los minutos y sobre las mejores horas para usarlos con supervisión;
evitando las horas de las comidas y previo
a la hora de dormir, porque puede interferir en la calidad del sueño.
Por otro
lado, no olvidemos que los niños también necesitan tiempo para “aburrirse”, ese
momento fomenta la creatividad y la curiosidad, enseña y ayuda a tolerar la
frustración y les proporciona un espacio para conocerse mejor y aprender a estar
a gusto consigo mismos.
Jugar más
allá de la pandemia les permite a nuestros niños dar rienda suelta a su
espíritu alegre, arrancando sonrisas y alegría que contagia e imprime en la
familia un chispa de entusiasmo para seguir. ¡Vamos juntos a jugar”!.
indiranivin@gmail.com
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