“Dormir: La magia del sueño en los niños”

 Por Indira Nivín Colcas, doctora de niños.

“El mundo necesita de soñadores…y más de hacedores de sueños…”

El sueño, es un estadio fisiológico de reposo que utiliza el organismo para recuperarse de los esfuerzos realizados en el periodo de vigilia, por lo tanto; es una conducta natural, periódica, transitoria y reversible y prácticamente universal que tiene gran impacto sobre la salud y el desarrollo del ser humano.

En el caso de los niños, el sueño promueve el sentirse alerta, tener buena memoria y tener una mejor actitud; así aquellos que duermen lo suficiente “funcionan” mejor y son menos propensos a problemas de comportamiento e irritabilidad.

El sueño en los niños sea diurno o nocturno es el periodo en el que ellos descansan, tiempo que les permite reparar y regular su organismo y que ayuda al control de la energía y temperatura, además asimilan y organizan lo visto y aprendido, por tanto maduran física y psíquicamente y en ello radica la importancia que los niños “duerman bien”.

Así como nuestros niños, el sueño tiene sus etapas que desde el embarazo se configuran y cuentan con sus propias características. Por ejemplo, durante la gestación se inicia la diferenciación del ciclo del sueño/vigilia (30 semanas), en el recién nacido el sueño activo es mayoritario y va disminuyendo gradualmente en duración, a los 3 meses es el factor “hambre” que modula el pase del sueño a vigilia y es alrededor de los 5 a 6 meses donde se establece el ritmo circadiano del sueño, es decir hay una respuesta en el organismo principalmente a la luz y la oscuridad en el ambiente; por ello se establece dormir por la noche y estar despierto durante el día. A los 2 o 3 años la duración del sueño disminuirá y desde entonces se mantendrá así prácticamente durante toda la vida. Sin embargo, habrá niños con despertares nocturnos fisiológicos, los cuales se presentan hasta en 40% de niños menores de 3 años y en un 15% a los 3 años. Esta información es importante porque en función de la capacidad del niño de volver a dormir de forma autónoma los padres podemos establecer dinámicas del sueño.

Existe una frase conocida “los niños crecen mientras duermen”, ciertamente es así; la hormona de crecimiento se libera en mayores cantidades durante el sueño y sucede en una fase del sueño llamada No REM, es decir durante el sueño profundo y su pico de liberación máxima se produce en promedio entre una y dos horas después del inicio del sueño. Puede liberarse la hormona durante la siesta aunque éstas sean más cortas y también a lo largo del día donde se libera de manera pulsativa y en menor cantidad, en intervalos de 3 a 5 horas.

Como lo hemos mencionado, privarse del sueño con regularidad trae consigo problemas del comportamiento y de salud como irritabilidad, dificultad para concentrarse, hipertensión, obesidad, “dolores de cabeza” y depresión. Los niños que duermen bien tienen sistemas inmunitarios más sanos y un mejor rendimiento académico, comportamiento, memoria y salud mental.


Por lo antes mencionado, parte de las recomendaciones que sugiero para tener un niño sano y feliz; es tener hábitos de sueño adecuado con una rutina establecida y con horas de sueño requerido según edad permitiendo además a nuestros niños dormir y soñar.

indiranivin@gmail.com

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